Las autoridades sanitarias de Cuba reportaron el diagnóstico este sábado de 914 nuevos casos de COVID-19 y el fallecimiento de otras cuatro personas como consecuencia de la enfermedad pandémica que, hasta el momento, ha provocado la muerte de 370 en la isla.
El total acumulado de casos desde el inicio de la pandemia en Cuba, en marzo de 2020, asciende a 61 472. Los nuevos positivos de la última jornada echan por tierra la disminución de casos de la víspera, cuando se registró la cifra más baja de incrementos diarios desde el 27 de febrero.
Los fallecidos fueron tres hombres y una mujer, todos contagiados a partir del contacto con casos confirmados previamente. Con edades entre los 47 y los 76 años, los finados presentaban antecedentes patológicos que elevan las probabilidades de desarrollar cuadros de gravedad ante el contagio.
Ello, de acuerdo con lo informado en su habitual conferencia matutina por el director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (Minsap), Francisco Durán, según el cual, de los nuevos positivos, 891 fueron contactos de casos confirmados, cinco tuvieron su fuente de infección en el extranjero y en 18 no se había podido precisar la fuente de infección hasta el momento del cierre de la información oficial.
Ésta precisa además que, de 4 291 casos confirmados y activos, 75 pacientes permanecen en cuidados intensivos, de los cuales 31 son reportados en estado crítico y 44 como graves.
Asimismo, 131 de los nuevos pacientes están en edades pediátricas, menos de 18 años, y siete de estos últimos son lactantes, es decir, aún no cumplen su primer año de vida. De acuerdo con las cifras dadas por Durán, los menores de 20 años que son casos activos de COVID-19 suman 829, mientras que los lactantes acumulados desde el inicio de la pandemia suman 345.
La mayoría de los nuevos casos correspondieron a las provincias La Habana (523), Granma (82), Sancti Spíritus (62) y Santiago de Cuba (47). La capital ha sido el territorio de mayor complejidad epidemiológica por sus características sociodemográficas, mientras que el resto de los territorios han experimentado altibajos durante el tercer rebrote.
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El doctor Durán detalló en su conferencia que 25 247 personas están ingresadas. Además de las que son casos confirmados y activos, 4 453 son sospechosas de un eventual contagio.
En 13 días, marzo ya acumula 10 882 casos de coronavirus y 46 fallecimientos. De seguir ese ritmo, apuntó el galeno, podrían igualarse o superarse los indicadores de febrero, el mes de mayor impacto epidemiológico desde la llegada de la COVID-19 a Cuba.
Tercera ola de COVID en Cuba
El tercer rebrote de COVID-19 en Cuba obligó a retroceder de fase epidemiológica a varias provincias y municipios. El régimen responsabilizó a los ciudadanos que han viajado y regresado del exterior del incremento de casos que experimenta el país desde mediados de noviembre, cuando decidió reabrir sus aeropuertos internacionales.
Si bien no emprendió un nuevo cierre de fronteras, decretó la reducción del número de vuelos diarios y amenazó a los cubanos residentes en el exterior con cuantiosas multas y sanciones en caso de que incumplan con las medidas sanitarias durante su estancia en la isla.
Asimismo, el 30 de enero decidió volver a la práctica de aislar durante días a todos los viajeros que arriben al país desde el exterior.
El oficialismo también situó la responsabilidad del incremento de casos en la ciudadanía, aunque para la opinión pública son las colas y las aglomeraciones para tratar de comprar algo en un país signado por la escasez las potenciales causas de que no mengüen los contagios al ritmo deseado.