La empresa productora y comercializadora de alimentos Prodal ha hecho una especie de jugada de marketing en redes sociales para atraer al público cubano.
Se trata de una preparación especial de salchichas, que se conocen en Cuba como “perritos”, para hacer más divertido su consumo: van adornados y arreglados con forma de animales. Pero quién sabe si al cubano común le atraerá esta iniciativa.
"Diviértete cocinando en casa este fin de semana. Prepara las salchichas de un modo creativo y diferente, aquí te dejamos algunas ideas", asegura el post de la empresa en Twitter.
Prodal ya tiene una reputación, y no precisamente de las mejores. Su producto “estrella”, la croqueta de pescado que se conoce comúnmente con el nombre de la empresa, provocó varios incidentes en el país.
Las croquetas estallaban cuando las freían, rociando aceite hirviendo en la piel de muchos consumidores. Las quemaduras fueron graves en muchos casos.
Prodal culpa a los consumidores por las explosiones de sus croquetas durante la cocción, hechos que, aseguró, se deben a “un error común al freírlas”.
Ante un comentario crítico a un tuit promocional de sus productos, que observaba que “sus croquetas explotan y provocan quemaduras”, a la vez que quedan “pegadas al techo y paredes”, la empresa del régimen sólo atinó a situar la responsabilidad de cualquier explosión en quienes cocinan y no siguen instrucciones muy específicas.
“Es un error común al freírlas. El aceite debe estar a unos 180 grados centígrados, la croqueta debe de estar a temperatura ambiente y no freír muchas a la vez. En el caso de la Croqueta Criolla, al tener una masa más densa, se abren con más ‘violencia’”, apuntó textualmente la empresa, para acto seguido agradecer a la usuaria autora de la crítica por “comunicar sus preocupaciones”.
Muchos de estos compran las croquetas y otros productos de la empresa porque no les queda más alternativa, dada la aguda escasez de alimentos que se padece en la isla y el alto costo de estos.
Las denuncias de que las croquetas Prodal explotan y pueden causar daños han sido frecuentes en los últimos años. Esta semana, ADN Cuba se hizo eco de dos denuncias de víctimas de estos alimentos explosivos.
Una de ellas, Anselmo López Gálvez, relató que el pasado 24 de marzo adquirió el producto y procedió a freírlo, lo que desencadenó una explosión que le produjo quemaduras por todo el cuerpo y le desfiguró el rostro.
“Me dirijo al cuerpo de guardia del hospital General Calixto García y la doctora solo de verme me dice: ¿Usted viene quemado por croquetas?... Me informó ella que varios casos se produjeron ese mismo día”, explicó López, que anticipó en su testimonio que “nadie de la fábrica se pronunciará por lo menos ofreciendo una disculpa” ni ninguno “de nuestros dirigentes hablará al respecto”.
“No expondrán estos sucesos catastróficos en nuestro noticiero. Esperamos respuestas concretas para que estas víctimas queden al menos satisfechas de que su dolor es compensado con la separación del puesto o amonestación pública; o tal vez medidas disciplinarias a los que incumplieron en esta tarea de darle al pueblo un producto de calidad y seguridad”, expuso.