La posibilidad de que en España se apruebe la llamada “ley de los bisnietos”, por medio de la cual decenas de miles de cubanos podrían obtener la ciudadanía española tras comprobar que provienen de un tronco progenitor ibérico, mantiene a la expectativa a muchos en Cuba, y preocupados a los diplomáticos del país europeo en la Isla porque el flujo de solicitudes sería inmanejable, de pasarse la ley.
Así lo explica un reportaje del periódico español El Confidencial, publicado recientemente.
De ahí que muchos en Cuba estuvieron pendientes, el 7 de enero, del proceso de elección del nuevo gobierno español, que se siguió con una expectación incluso superior a la de muchos habitantes de la Península, dijo El Confidencial.
El interés era que durante la actual legislatura sea aprobada –por fin– la llamada "ley de los nietos y bisnietos", como la llama el Consulado de España en La Habana. 'Convertirse' en español es una de las opciones preferidas por los cubanos para traspasar sus fronteras, añadió el reporte.
El diario añadió que gracias a la Memoria histórica, 100.000 cubanos han obtenido la ciudadanía española.
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La “Ley de los bisnietos”, como se llama en Cuba, es una proposición (la n°122/000055) que a finales de 2016 se presentó al Congreso español, y se trata de una reactualización de la Ley de Memoria Histórica, promulgada en tiempos del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, al amparo de la cual cientos de miles de latinoamericanos obtuvieron la nacionalidad española.
Entre ellos se contaron alrededor de 139.000 cubanos descendientes de la comunidad emigrada en la primera mitad del siglo XX; otros 75.000 se encuentran aún en diversas etapas del proceso.
Pero lo visto hasta ahora no es más que un pálido anticipo de lo que ocurriría si entrara en vigor la norma avalando el derecho de los bisnietos de españoles a reclamar también el pasaporte peninsular, señaló el informe.
Fuentes consultadas por El Confidencial coinciden en que el número de solicitudes podría resultar inmanejable para la representación diplomática establecida en La Habana. Medios de la prensa alternativa local han hablado de hasta un cuarto de millón de posibles solicitantes.
Incluso sin un escenario como ese, la embajada española vive permanentemente saturada por la demanda.
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Muchas personas en la Isla han acopiado la documentación necesaria para avalar sus derechos por si la ley es aprobada.
No son los únicos. Durante los últimos años miles de cubanos han dedicado tiempo y esfuerzos a buscar a sus ancestros en archivos.
En abril de 2019 la nueva Constitución cubana autorizó la adopción de una segunda ciudadanía para los nacidos en la isla, con lo cual ya no existe ese obstáculo para buscar una segunda nacionalidad.
En Cuba, explicó El Confidencial, los registros de la Iglesia Católica son los más solicitados, pues las partidas emitidas en sus diócesis facilitan la reconstrucción del entramado familiar al contar con un mayor número de referencias que las confeccionadas por el Ministerio de Justicia.
Por eso miles de cubanos reconstruyen sus árboles genealógicos en busca de "abuelos gallegos", dijo el diario.
