El humor y la sátira como armas políticas han acompañado a los cubanos por más de 200 años. A diferencia de sus concreciones después de 1959, tanto en la colonia como en la república sirvieron para denunciar a los diferentes gobiernos nacionales y sus funcionarios, incluyendo a la corona española.
Como es sabido, el régimen de los Castro suprimió la libertad de expresión y todo personaje, autor o publicación existente en la isla hasta ese momento, que no respondiera a sus interese de dominación, fue víctima de la censura.
El caso más significativo, posiblemente, sea el de "El Loquito" de René de la Nuez, el cual quedó prohibido desde el momento en que el semanario Zig-Zag fue cerrado, el 31 de enero de 1960. Recordemos que este personaje había logrado eludir la censura durante el periodo que duró la dictadura de Fulgencio Batista.
Hoy día, con la apertura al internet y las nuevas herramientas de la comunicación, el humor y la sátira política han vuelto a la vida de los cubanos. Hay que ver como proliferan en las redes sociales grupos, páginas y perfiles dedicados exclusivamente a cultivar esta parte de la cultura cubana.
En Facebook, por ejemplo, llaman la atención páginas como "Cascabel & Látigo" o "La Coyuntura", dedicadas al gobierno y su mala administración.
En Twitter, por su parte, sobresalen las cuentas que parodian a funcionarios del régimen. Entre éstas destacan la de Miguel Díaz-Canel (@DiazCanelBF) y la de Bruno Rodríguez Parrilla (@bruno_parodia).
A pesar de que sus autores dan a estas cuentas un tratamiento puramente humorístico, cabe destacar que producto de la seriedad con que las manejan, constantemente hay usuarios que las confunden con las homólogas que parodian.
En el caso de @DiazCanelBF, esto obligó a su creador a fijar un tweet donde aclara la naturaleza de su cuenta.
"Fijar: esta cuenta es parodia. Me avergüenza tener que agregar este tweet, además de que el nombre y descripción ya indican que es parodia, ¿cómo puede alguien creer que el presidente de Cuba diría abiertamente todo esto? Quizás por eso está aún Maduro en el poder".
Por su parte, el autor de @bruno_parodia dice a los que confunden esta cuenta con la del Canciller del régimen que las dos son de él. Aquella es la oficial, por donde solo puede decir lo que el dictador Raúl Castro le ordena, y por esta dice todo lo que piensa. Además, cuando alguien le reclama por algunas de las arbitrariedades de la dictadura, le dice que eso mismo se lo escriba por su cuenta oficial.
El sarcasmo, la ironía y el doble sentido son algunos de los recursos de los que se valen los que manejan de forma magistral estas parodias.
Referente al modo de proceder más recientemente del régimen contra la oposición, @DiazCanelBF escribió: Fabricar evidencias, causas falsas, arrestos arbitrarios, juicios teatrales y prohibiciones de salida contra todo el que piense diferente son facilidades que brinda la no separación de poderes del Socialismo. Seguiremos reprimiendo a todo el que se atreva a pensar por sí mismo.
En su tweet, la parodia del presidente “puesto a dedo” retrata la realidad del país y su disidencia a manos de una dictadura que se niega a actuar con justicia y se resiste a reconocer los derechos fundamentales, civiles y humanos.
El falso canciller del régimen tiene fijado un tweet donde habla sobre unas fotos que comparte en esa misma publicación y que serían una muestra de los éxitos de la dictadura en 2019, pero lo cierto es que la imagen adjunta al texto está compuesta por unos cuadros grises que simulan fotos cargando, algo que hace que los usuarios se detengan por unos segundos a esperar que las imágenes se visualicen, hasta que se dan cuenta de la broma:
"#Cuba para aquellos que intentan desprestigiar a la revolución, aquí les dejo algunas imágenes de nuestros mayores logros en el 2019, y les anuncio que en el 2020 #VamosPorMásDólares #EnElSocialismoHayQueJoderse #ElBloqueoInternoEsReal", escribió @bruno_parodia.
A todo esto, hay que sumar que algunos usuarios de la red del pajarito azul le reclaman a estos perfiles por lo innecesario de hacer parodia de unas cuentas que de por sí ya dan risa.
Además de estas dos, también destacan las parodias de Marrero Cruz y Alejandro Gil, aunque en realidad todas llaman la atención de muchos y les alegran un poco la vida a los cubanos, sobre todos a esos que desean el fin de la dictadura, y que en la isla las cosas cambien para bien.