Las redes sociales constituyen la región más activa de la esfera pública cubana. El espacio virtual donde se discute públicamente lo que en las calles se habla con más cautela; el lugar donde se planean las acciones que no pueden coordinarse en un parque o una plaza.
Con la expansión del nuevo coronavirus por el mundo y su llegada a Cuba, las redes nuevamente se convirtieron en el escenario para verter dudas, críticas, temores, discursos de barricada; pero también información práctica en materia de salud producida por ciudadanos.
Los hermanos Pérez Riverol han sido de los que han convertido sus muros de Facebook en fuentes confiables de consulta sobre la evolución de la pandemia.
Yasset, el mayor, es Doctor en Ciencias Biológicas y trabaja actualmente como investigador en el Centro Europeo de Bioinformática.
“Cuando comenzó la epidemia en China estaba en contacto diario con varios colaboradores y estudiantes que superviso. Sabía de la complejidad de la situación y estaba seguro que iba a propagarse a Occidente. Conversando con mi hermano le comenté sobre la situación y estuvimos hablando de la necesidad de más comunicación científica en los medios nacionales e independientes. Cuando finalmente la epidemia/pandemia llegó a Occidente decidí comenzar a escribir pequeños posts en Facebook sobre estadística y artículos científicos que discutieran el tema”, dice Yasset.
El pasado 22 de marzo creó el blog Cuba Covid 19 donde comparte y genera información sobre las medidas tomadas en otros países para contener el nuevo coronavirus, los síntomas de la enfermedad, entrevistas a especialistas cubanos, entre otros contenidos. En solo cuatro días, ya cuenta con más de 800 visitas.
Amílcar Pérez Riverol, el otro de los hermanos, fue profesor de Virología en la Universidad de La Habana, posee un Máster con una investigación sobre virus respiratorios y actualmente realiza un post-doctorado en las universidades UNESP de Brasil y JLU-Giessen de Alemania.
En su muro de Facebook, además de compartir información sobre las características del virus y las acciones para su enfrentamiento, ofrece consejos sencillos para evitar contagios, aclara términos para la correcta comunicación sobre estos temas, analiza puntualmente las medidas tomadas por Cuba y llama a comportarse con responsabilidad ante una situación de extrema gravedad.
Uno de sus posts, con mensajes enfocados a crear precepción de riesgo luego de que aparecieran los primeros casos en la Isla, fue compartido más de 900 veces y replicado en varios medios independientes cubanos. Por el serio trabajo de seguimiento que ha realizado, algunos de sus amigos le han llamado en forma de broma “el Rubiera del coronavirus” en alusión al destacado meteorólogo cubano que informa a la población ante cada evento climático con peligro para el país.
Un texto publicado por los medios independientes cubanos El Toque y Periodismo de Barrio se refiere a varios doctores y especialistas que a través de Facebook y Twitter ofrecen consultas virtuales a quienes tienen alguna duda o preocupación. De esta manera, colaboran para evitar la saturación del sistema de salud y ponen en práctica un método empleado en otros países.
Otras personas sin conocimiento especializado sobre el tema, pero con capacidad de influencia por su popularidad, han contribuido a diseminar una de las pocas certezas que se tiene en esta situación: la necesidad de quedarse en casa para evitar la propagación de la enfermedad.
Muchos músicos de manera espontánea se sumaron a la iniciativa internacional de ofrecer conciertos online gratuitos.
Varios artistas han subido a las redes mensajes pidiéndole a sus seguidores cumplir con las medidas orientadas.
Algunos académicos han usado sus redes digitales y los medios independientes para analizar este complejo escenario desde una perspectiva social, señalar las vulnerabilidades de grupos poblacionales en situación de riesgo y realizar sugerencias a nivel micro y de políticas públicas que pudieran ayudar a paliar estas amenazas.
Otras personas, de forma casi anónima, han echado mano al ingenio para construir contenidos originales que se difundan rápidamente y transmitan con claridad la necesidad de protegerse del nuevo coronavirus. Si por lo general los mensajes de salud acuden a sensaciones negativas para generar precaución ante situaciones peligrosas, muchos cubanos han optado por el humor y los memes con esa misma finalidad.
Es cierto que también han circulado noticias falsas —como suele ocurrir en contextos de alta incertidumbre—, mensajes de pánico, comportamientos irresponsables y poco informados. Cuba no es la excepción a lo que ocurre en el mundo y más cuando hablamos de un país cuya población, en términos generales, ha llegado con años de retraso y deficiente alfabetización digital a la red de redes.
Sin embargo, los aquí mencionados son apenas unos pocos ejemplos de los tantos que por estos días han demostrado la creciente madurez de una parte de la ciudadanía cubana. Esa que, incluso sin organizarse formalmente, continúa ganando protagonismo a golpe de iniciativas en las redes y también en las calles, ante un Estado que insiste en desconocerla y a ratos en satanizarla.