Ya no solo el régimen acosa a revendedores y coleros en el espacio público, también las redes están siendo custodiadas por el Ministerio del Interior (Minint). En Cabaiguán, en la provincia de Sancti Spíritus los agentes del Minint detectan a los revendedores en las redes sociales y van a su encuentro.
Las diferentes redes sociales han servido para amplificar la cobertura del llamado mercado negro o informal en Cuba. Facebook y WhatsApp son herramientas que facilitan la difusión de la información y los cubanos las emplean para la compra y venta de artículos que no encuentran en las tiendas estatales o a los cuales no pueden acceder por no tener MLC.
En esa central provincia la Capitán Maryland Proenza López, analista del Minint provincial aseveró, para un reporte de la Televisión Cubana, que “Este contexto digital le ha impuesto al Minint es una nueva manera de combatir y no quiere decir que no podemos accionar en ese escenario. Que quede claro que el Minint siempre va a velar por la tranquilidad del cubano ya sea en el escenario físico o el virtual”.
La militar dijo además que los revendores en las redes duplican y hasta triplican los precios y “en muchas ocasiones no dan sus datos personales, inclusive han llegado a suplantar identidades de otros. Nuestro trabajo consiste en identificar ese tipo de personas”.
Pero como la lucha es también en el plano físico el Minint en Cabaiguán se dedica a desarticular redes delictivas derivadas de la reventa de artículos porque los coleros son los nuevos enemigos del régimen. Así lo expresó el Mayor Misael Sánchez Dorta, jefe del Minint en ese territorio:
“A partir de denuncias de la población se han identificado 28 coleros sobre los cuales se ha procedido con 26 advertencias oficiales, dos profilaxis y se han ocupado aproximadamente 587 artículos asociados a productos de primera demanda y necesidad del pueblo tales como detergente, pollo, frazadas y desodorante”.
En agosto pasado en una sola provincia, Pinar del Río, el régimen había procesado a unos 800 cubanos por ser coleros, revendedores y acaparadores. También trascendió que un ciudadano de escasas posibilidades económicas y con familiares enfermos fue condenado a siete meses de privación de libertad por tener dos pomos de mayonesa, tres de aceite y 15 paquetes de detergente.
En su afán de controlarlo todo el régimen teme a figuras como acaparadores y revendedores; y los culpa del desabastecimiento endémico que presenta la Isla desde mucho antes del coronavirus. El mes anterior una de las preocupaciones principales de la cúpula del poder en la Isla era el comercio paralelo devenido del alquiler de tarjetas, negocio que sigue y seguirá luego de la apertura de las tiendas en MLC, medida que disgusta al pueblo cubano sin importar el estrato social al que se pertenezca.