El cansancio y la fatiga son los peores enemigos en la rutina de cualquiera persona, pues afectan al rendimiento tanto laboral como físico, e incluso a los vínculos sociales. Es extenuante y hasta irritante sentirse agotado y sin ganas de nada. La queja llega, se instala y es difícil de revertir si no se hace nada al respecto pues no siempre en una cuestión de actitud, puede que la alimentación esté jugando un rol más importante de lo que crees.
Una de cada cinco personas se siente inusualmente cansada de forma habitual y una de cada diez sufre fatiga prolongada, según el Real Colegio de Psiquiatras de Reino Unido.
El hierro es la clave de la energía
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 30% de la población mundial sufre de anemia, resultado ser la deficiencia nutricional más común de todas.
Para comprender la importancia del hierro en sangre, es relevante comprender su rol y cómo funciona en el organismo. La médula espinal requiere de mucha cantidad de hierro y vitaminas, por ej, el ácido fólico y B12, para funcionar de manera óptima. Sin ellas o con deficiencia, se ve afectada de manera directa la producción de los glóbulos rojos, disminuyendo sus valores y provocando alteraciones en el cuerpo: se reduce el oxígeno en el torrente sanguínea y en casos más avanzados pueden desarrollarse fallas en órganos tejidos.
¿Cómo se refleja la anemia o la deficiencia de hierro en el cuerpo?
Lo primero que se manifiesta en el cansancio y la falta de energía para hacer las tareas cotidianas. La sensación se podría traducir a que todo cuesta más, las horas de descanso no son suficientes, el sueño abraza a lo largo de todo el día y baja el rendimiento deportivo.
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¿Qué alimentos me pueden provocar cansancio o fatiga?
Ante todo será importante realizar una consulta con tu médico si notas que te sientes fatigada o agotada. Pues a veces la deficiencia de hierro no es el único causante del cansancio y la fatiga, de hecho existen otro tipos de alimentos que generan este malestar si son consumidos de manera diaria y en exceso, por ej:
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Alimentos procesados. Por su alto contenido de harina, sal, azúcar y grasas resultan ser adictivos y le causan mucho trabajo al organismo para ser digeridos. Por ende terminan usando más energía de lo que deberían.
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Bebidas azucaradas. Este tipo de bebidas elevan el nivel de azúcar en sangre rápidamente, estimulando la producción de insulina, que luego, al descender, también de manera abrupta, genera cansancio.
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Harinas refinadas, carbohidratos de mala calidad. Pan blanco, arroz blanco, la pasta, las galletas y bollería industrial pueden brindarte una subida de energía, pero ojo, es engañosa, ya que acto siguiente producen somnolencia, lentitud y cansancio. Además de que no sacian, pues al rato el hambre se presenta de nuevo.
¿Qué alimentos debo comer para sentirme menos cansado?
Optar siempre por alimentos frescos e integrales. Las carnes rojas consumidas de manera regulada, aportan una dosis necesaria de hierro para que el cuerpo pueda funcionar de manera óptima sin deficiencias. Ideal y recomendable consumir carnes rojas 2 veces a la semana, y pescado otras dos veces.
En caso de no consumir carnes rojas, opta por las legumbres y cereales integrales en un mismo plato. Recuerda que si activas las legumbres (dejando en remojo al menos 12hs), no sólo se cocinarán más rápido sino que además podrás consumir todas sus propiedades.
Mantenerse hidratado, incluso en invierno, es importante para que el cuerpo se encuentre funcionando sin dolores ni fatigas, ya que la mala hidratación puede provocar fuertes dolores de cabeza, problemas en la concentración, infecciones urinarias, entre otras.
Siempre recuerda que no se trata de eliminar alimentos sino más bien de no convertir en hábitos aquellos alimentos que aportan calorías vacías y poseen bajos valores nutricionales.