Con policías interviniendo en las colas, cientos de cubanos se aglomeraron este miércoles frente a un mercado de la populosa calle habanera de Obispo, para intentar llevarse algunos paquetes de galletas a casa.
A pesar del avance del nuevo coronavirus en Cuba, las largas filas fuera de los comercios y tiendas no disminuyen, pues muchos ciudadanos temen que se agrave una escasez de alimentos y otros productos que ya parece constante. Cuando aumenta incertidumbre sobre si se tendrá algo que llevar a la mesa, es difícil seguir las recomendaciones de aislamiento social que difunde la Organización Mundial de Salud.
En Obispo, una arteria muy estrecha que cruza desde el centro hasta el puerto toda la Habana Vieja, se produjo el más reciente tumulto de ciudadanos para adquirir algún producto, y que lamentablemente no ha de ser el último pues no se avizora una solución a la crisis de alimentos.
“Sacaron galletas de sal en el tencent de Obispo, las imágenes hablan por sí solas”, escribió Jarocha Reyes, quien trabaja en el estatal Instituto Cubano de la Radio y la Televisión (ICRT) y compartió fotos en su Facebook.
“Tendrán los psicólogos que estudiar esta reacción de las personas, no sea un efecto secundario del Covid-19 y nosotros le estemos llamando irresponsabilidad, indisciplina, falta de respeto, carencia de amor absoluto por la vida propia y la de sus semejantes”, añadió la usuaria, aludiendo a las críticas que el gobierno y sus medios de propaganda realizan a los cubanos que están saliendo a las calles y protagonizan escenas semejantes en las tiendas.
Las autoridades han emitido órdenes de guardar un mayor distanciamiento social para que frenar el avance de la pandemia de coronavirus en la isla. También ha decretado el cierre de algunos barrios y pequeños pueblos, además de aumentar la presencia de policías y destacamentos de civiles afines en el espacio público, para controlar la circulación de personas y la aglomeración en colas.
Recientemente, en la provincia de Las Tunas la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) creó “destacamentos para reforzar el enfrentamiento a las indisciplinas sociales y ayudar a disminuir la presencia de la población fuera de las casas”.
Sin embargo, las imágenes evidencian que ni esas medidas, ni algunas destinadas a repartir los escasos suministros que provee el Estado, detienen la incertidumbre de la población que teme tiempos peores.
Este jueves el número de víctimas mortales por la COVID-19 en Cuba se elevó a 27, tras el deceso de otros tres pacientes el miércoles, según confirmó Francisco Durán García, jefe de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública. El total de casos en el país se elevó a un total de 862 infectados.
Se encuentran ingresados en hospitales para vigilancia clínico epidemiológica 2 mil 629 pacientes. Otras 5 mil 960 personas se vigilan en sus hogares, desde la Atención Primaria de Salud.